viernes, 15 de enero de 2016

Artículo final


Parece que fue ayer cuando comenzamos nuestra andadura en la literatura infantil y… ya estamos al final.
Al final solo del trimestre, nuestro aprendizaje no ha hecho más que empezar.

No voy a decir que ha sido un camino fácil, pero ha sido una etapa marcada por el esfuerzo, por el afán de mejora y por el aprendizaje significativo.

Aprendizaje significativo, ese concepto tan poco utilizado en la actualidad ha sido el pilar fundamental de mi carrera y sobre todo de esta asignatura.
El aprendizaje significativo según la definición de Ausbel es adquirir conocimientos relacionándolos con los que ya dispone el estudiante para completar el conocimiento. http://cmapspublic2.ihmc.us/rid=1J3D72LMF-1TF42P4-PWD/aprendizaje%20significativo.pdf
Esto aplicado en una práctica tal y como lo hemos hecho en esta asignatura es un éxito asegurado.
Cuando hablo de éxito para nada me refiero a resultados académicos, sino personales de cada alumno.

Desde que comencé a leer, mi padre que es un gran lector, me “inculcó” la pasión por la lectura.

Mi padre siempre me dejaba elegir a mí las obras que posteriormente leería, era una gran forma de motivarme. Si lo elegía yo, nada podía fallar.

Si miro hacia atrás hasta donde mi recuerdo me permite, como todos los niños imagino, seleccionaba libros por su portada, por sus dibujos y porque no tuviera un gran grosor (no os voy a engañar).

Acudíamos a las ferias del libro celebradas en el Retiro de Madrid y adquirimos la tradición de San Jordi, cada 23 de abril un libro y una rosa me esperaba en el salón, ¡Qué ilusión me hacía!

A medida que iba creciendo mi lectura se iba adecuando, desde el desconocimiento de mi padre en este aspecto, siempre eligiendo lo que él consideraba más adecuado.

En la etapa  de decir “no” sistemáticamente por la que creo que hemos pasado todos, mi regalo fue una vez más, un libro.
Esta vez se trataba de “La niña que siempre decía no”, un libro de 1992 escrito por Andreu Martin.
Es de poco grosor por lo que es muy manejable por los niños, tiene 80 páginas con tapas blandas y su editorial es Anaya. Con ilustraciones de Francesc Rovira a todo color narra las aventuras de una niña un poco malhumorada que dice que no a todo, pero con la ayuda del mago SI, la situación cambiará y ayudará a poner a la niña los pies sobre la tierra. http://www.andreumartin.com/es/producto:Cos/1/infantil/-b-la-nina-que-siempre-decia-no--b--br--la-nena-que-sempre-deia-no--cat--br--la-bambina-que-diceva-sempre-no--it-/66

Fue un libro que me gustó y me marcó, a día de hoy lo recuerdo con especial cariño.



Ahora que sé un poco más acerca de la literatura infantil, podría indicar para que edad estaba orientado y si era acorde que lo leyese pero no recuerdo bien con que edad lo leí ni lo tengo físicamente disponible, aunque lo conseguiré y trabajaré sobre ello.

Así entre juegos y libros viví mi infancia, feliz, disfrutando de cada aventura a través de los libros pero poco a poco me fui desmotivando un poco.

En el colegio, no se si por los maestros, por el plan educativo o por la falta de información comencé a alejarme de la lectura.
Libros tediosos que no me gustaban, que en muchos casos no entendía y sobre todo que me obligaban a dedicarles un espacio corto de tiempo para posteriormente hacer un trabajo aburrido sobre ellos me fue alejando de la literatura.

Ya los momentos de lectura en mi casa no era algo familiar, divertido y mucho menos agradable(para mí claro).
El colegio marcaba unas pautas de lectura “obligatorias” que debíamos cumplir para aprobar o sacar buenas notas.
En clase la cosa no mejoraba. Cada día leíamos en alto, para el resto de compañeros, algo que para mí no tenía mucha dificultad pero para algunos de mis amigos sí. Se trababan, saltaban de renglón…etc.
A pocos les gustaba la actividad de lectura y menos hablar de las “malditas” fichas a rellenar después, en las que o expresabas correctamente la idea del texto o lo llevabas crudo.

He querido contar todo esto por un motivo.
Muchos de los maestros que nos dieron clase o que actualmente desarrollan su carrera profesional en un aula a veces, se olvidan de que un día fueron niños.
No recuerdan las cosas que les motivaban y las que no, simplemente se dejan llevar por lo conocido, por lo fácil o por lo estipulado.
¿Y qué consecuencias trae eso? Desgraciadamente alejar a los niños de la cultura, del saber y del ser, lo que interfiere muy negativamente en su motivación, curiosidad e interés.
Hay unas cosas que me gustaría pedir a todos los maestros:
Trasmitir ilusión, porque la ilusión es contagiosa.
Enseñar, pero nunca dejéis de aprender.
Valorar, no para evaluar sino para orientar de un modo u otro.
Observar, porque los niños no son todos iguales.
Y sobre todo no olvidéis que un día fuisteis niños.

Una vez que he hecho esta introducción que consideraba necesaria y que además necesitaba expresar me centraré en la asignatura como maestra.

Comencé el trimestre con muchas ganas de conocer esta asignatura y termino con mucha más motivación por seguir aprendiendo, por mejorar los parámetros establecidos en la educación y por trasmitir aventuras a mis alumnos a través de los libros.

Me gustó la idea que nos propuso Irune de crear un blog y compartirlo con los compañeros.
Me avergonzaba un poco el hecho de compartir mis reflexiones en público, ¿y si metía la pata con algún trabajo?
Pero Irune me creo confianza en mí misma y sobre todo me enseñó que hay que equivocarse para aprender y para que ese aprendizaje sea para toda la vida.
He de reconocer que la parte que menos me ha gustado es el comentar los blogs de otros compañeros ya que me parece algo “comprometido” pero es cierto que, con un trabajo cooperativo se aprende mejor.


Así que así comencé mi blog, “enseñar para nunca dejar de aprender”.
El motivo de la elección del nombre es porque no creo en la enseñanza sin aprendizaje.
Un maestro, al igual que un médico, por citar dos profesiones que me parecen fundamentales, no pueden “estancar” sus conocimientos como si ya lo superan todo.
Para un maestro, cada día en el aula es un aprendizaje nuevo, cada alumno es diferente, por lo que es necesario y fundamental establecer técnicas distintas que lleguen a cada uno de ellos de una manera positiva y para ello no puedes dejar de creer, de ilusionarte y de aprender.

El color de mi página es verde, verde esperanza.
Simboliza la ilusión por una educación mejor, por y para todos. Nadie puede estar al margen de la educación, entre todos construiremos un mundo mejor.

La asignatura ha estado dividida en cinco bloques, los cuales desgranaré de forma individual.

Bloque 1. Literatura infantil. Análisis y selección.

Esta fue la primera actividad con la que comencé mi blog.
En primer lugar tenía que basarme en un libro de literatura infantil, para ello tendría que trabajar un libro literario infantil distinguiéndolo de uno paraliterario.
Estos dos conceptos me han creado bastante confusión y, aunque a día de hoy creo tener los conceptos claves, puedo encontrar dificultad para separar estos dos géneros.
Según Irune: “la paraliteratura tal y como indica el prefijo “para-“ se sitúa “al lado de” la literatura. Esto no implica que sea de peor calidad, existen obras paraliterarias de enorme valor pero sus usos didácticos deben ser diferentes”.
A parte hay que tener  en cuenta que para que un texto se considere literario ha de ser artístico, debe predominar la función poética, ha de ser un texto ficticio aun cuando esté inspirado en hechos reales y el texto debe pertenecer a uno de los tres géneros literarios (narrativa, poesía y texto teatral)
Ahora entiendo, claro, muchos de los libros que leí en mi infancia no eran literarios, ya que no tenían como objetivo mostrar la belleza del lenguaje o simplemente disfrutar leyendo, sino que tenían una enseñanza.
La paraliteratura intenta trasmitir o inculcar valores que inducen al niño a comportarse como los adultos creemos que es adecuado, pero muchas veces esta creencia no es correcta.
¿Y si seleccionamos libros en los que el niño pueda sentirse identificado con los personajes o reconocer a otros? Seguramente les motive más, porque para enseñarles conductas tenemos otros medios.
Aún así, con esto no quiero desprestigiar el género paraliterario, sino conocerlo para saber cómo, cuando y por qué utilizarlo.
Los adultos como maestros debemos animar a los niños a vivir aventuras a través de los libros y eso se adquiere cuando una lectura realmente te gusta y “te atrapa”.

Una vez hechas marcadas estas diferencias me lancé a “ La Mar de Letras” a comenzar mi nueva y selecta colección literaria infantil.
En La Mar de Letras, me sentí como una niña y entendí el por qué de esta recomendación de Irune. En esto no me quiero centrar demasiado ya que le dedico un artículo en mi blog (que profesional suena).
Me decanté por Sapo y Sepo para realizar mi primera tarea. Sin duda los niños de seis años podrían sentirse identificados con el personaje y ver reflejado a alguno de sus compañeros en el otro sapito que, aunque en esta edad no tienen el concepto de amistad pueden sentirla como tal.
 Una vez que me había leído el libro dispuesta a comenzar mi análisis armé una “ensalada” de conceptos claves, de ideas y puntos a tener en cuenta.
He de decir que el análisis de libros en una gran herramienta para los docentes, la cual nos permite seleccionar libros adecuados para los alumnos según su edad, gusto, etc.
Saber encontrar libros adecuados para los niños es indispensable para los padres y sobre todo docentes, siendo conscientes de si queremos mostrar alguna enseñanza o simplemente invitar a la reflexión propia y a la diversión.
A la hora de seleccionar un libro además del género, de la temática y de la edad de los destinatarios debemos fijarnos en otros factores importantes.
Respecto al formato podemos señalar algunas pautas para tener en cuenta. La manejabilidad, se refiere a la facilidad con las que los niños pueden leer, facilitándoles libros de poco peso y cómodos de utilizar mejoraremos la predisposición a la competencia lectora.
La portada es algo que llama la atención a primera vista, es en lo primero que nos fijamos, por ello resulta vital elegir cuentos que no tenga imágenes estereotipadas y que el tipo de dibujo y color sea llamativo para la edad a la que nos queremos dirigir.
La tipografía es un factor que debemos observar. Una tipografía escolar es adecuada para niños que comienzan a leer, pero es innecesaria para niños de una edad avanzada, al igual que el tamaño de la letra.
El contenido es una de las claves del libro, teniendo en cuenta el género que queremos seleccionar, nos centraremos también en la historia relatada. Cómo son sus personajes, si encontramos personajes principales y secundarios, y sobre todo si éstos ayudan a empatizar al lector con el relato.
En muchos casos son víctimas de numerosas críticas libros en los que los personajes pueden considerarse machistas, princesas que no se realizan como personas…
Muchos cuentos son productos de marketing que intentan “inculcar” una vida perfecta con el príncipe azul, como pueden ser los casos Disney pero tenemos que ser conscientes de la época en la que se desarrolló el cuento ya que, el estilo de vida no era el mismo en los años 60 que en nuestros días. Una vez que somos conocedores de esto, nosotros voluntariamente decidiremos si utilizarlos o no, siempre teniendo en cuenta los factores temporales que puedan influir en él.
No puedo olvidar mencionar el estilo de la obra. El estilo humorístico de “El monstruo peludo”(por citar un ejemplo) llama la atención de los más pequeños, niños de 6 años disfrutarán con la obra y reirán a carcajadas mientras que para niños más mayores puede resultar un humor escaso.
Lo mismo puede pasar con libros de miedo, intriga, tiernos…
Por lo que es otro factor a tener en cuenta.

Pueden parecer muchos parámetros con los que contar pero a través de la práctica todos estos detalles facilita la elección y se hace de una manera agradable y positiva.
La sensación de ver disfrutar a los alumnos a través de los libros, no tiene precio.

Tras el trabajo de este bloque he podido comprobar en la mini biblioteca que tienen en el colegio en el que he desarrollado mis prácticas que, un mínimo porcentaje de libros cumple con unas características adecuadas para la edad de los niños que se están utilizando.
Quiero reiterar que la capacidad que tengamos de elegir la lectura que propondremos a nuestros alumnos puede ser fundamental a la hora de animar a la lectura o de apartarla de nuestros alumnos.
Como aportación personal a mi experiencia esta actividad me ha ayudado a conocer libros que aún no conocía y a ver la necesidad de una lectura correctamente seleccionada para disfrutar a través de los libros.

Bloque 2. Textos folclóricos. Selección y adaptación

Muchos cuentos folclóricos, denominados infantiles erróneamente, no están indicados para los niños, tal y como muchos creíamos.
En la asignatura trabajamos un cuento de los Hermanos Grimm, referentes de la literatura infantil.
“Toda clase de pieles” fue la obra seleccionada. Esta obra es un cuento, y ya solo por eso la consideramos infantil, pero en este caso resalta de manera sobresaliente que el texto no es adaptado para niños de Primaria.
El cuento habla de incesto, algo que cuando Irune nos lo contó, me pareció una locura.
Sin duda es una obra extraordinaria, o por lo menos a mí me lo parece.
¿Y si mantenemos la estructura principal y cambiamos lo que no consideramos adecuado?
¡Qué fácil parecía…!
En primer lugar sabíamos que a tratarse de un cuento folclórico no importaba demasiado el lenguaje, ya que estos se trasmiten de forma oral siempre y cuando respetemos la esencia principal, la magia y la emoción.

Comenzamos seleccionando las ideas principales, el esqueleto de la obra y desechando lo que no consideraba adecuado para la edad de los receptores.
Una vez que tenía las ideas claves, solo quedaba unirlas, ¡que ilusa!, no era tan sencillo.
No reparé en detalles fundamentales como era la personalidad de la protagonista.
De ser una princesa astuta e independiente pasó a ser dependiente de un perro que siempre la acompañaba.
Rompí la estructura del cuento al quitarle a la protagonista uno de los rasgos fundamentales de su personalidad, la astucia.
Sin darme cuenta pasé de contemplar a una princesa que utilizaba estratagemas para que su padre entrase en razón a huir del palacio sin pensar una solución.
Estos detalles en los que a veces no reparamos, marcan la historia y sobre todo la personalidad de los personajes, lo que puede variar el desarrollo del relato de una manera notable.
“Toda clase de pieles” una vez más pasó de ser autónoma a tener una confidente debido a mi adaptación.
Quizá intenté hacer una adaptación a un cuento como los que estamos acostumbrados, borrando la soledad del personaje, lo que le hace perder su esencia.

Irune tras darme las pautas exactas en las que había errado me hizo ser consciente de los estereotipos que fijamos creyendo que son los adecuados.
Pensé, “ ¡como va a ser mejor dejar a la niña sola en el bosque, tapándose la cara como “un animalillo asustado”!
Claro que era mejor, no se trataba de una niña dependiente, nuestra protagonista era todo lo contrario. El estereotipo que no nos gusta yo lo estaba volviendo a utilizar.

Esta actividad me mostró un aprendizaje muy especial y sobre todo muy personal.
He aprendido a valorar los detalles, a captar la esencia de los relatos centrando mi atención.
“Toda clase de pieles” nos ha enseñado a no descartar libros porque tenga algo que no consideramos adecuado.
Podemos trasmitir el cuento utilizando nuestra propia adaptación y adecuándolo a los receptores.

Observé que indirectamente trasladamos nuestros miedos o inseguridades sin ser conscientes. No me gusta la soledad, incluyo a un perrito. Muere la madre, le doy importancia a la figura del padre…
Hay que dejar al margen todas nuestras experiencias, una vez más pretendemos inculcar a los niños lo que consideramos o no adecuado, error general de los adultos.

Como maestra se que de mí dependerá como captan la historia los niños, desde la forma en la que la relato hasta los detalles que intervienen. No nos podemos dejar guiar por lo sencillo, por lo conocido, debemos ir mucho más allá y trasmitir a través de los libros para que estos no se olviden y puedan ser trasmitidos a lo largo del tiempo.

Bloque 3. Semana cultural.

Tengo que reconocer que esta actividad es la que menos me ha gustado hacer.
Consideraba que era menos creativa y más encerrada en horarios y pautas algo que es vital en el trabajo como maestra pero que no desarrollo del todo bien.

El hecho de hacer esta tarea en grupo dificultó el desarrollo. No por la persona con la que lo hice, con la cual fue un placer trabajar una vez más, sino por la dificultad al compaginar horarios laborales que cuadrasen.
Todos estos factores que al principio podían resultarme negativos me hicieron trabajar más intensamente para alcanzar los objetivos deseados.
En primer lugar me centré en que tipo de actividades quería realizar con mis alumnos, el fin de esta semana es que conociesen un personaje de la literatura española y su obra de una manera diferente, lúdica y divertida.

A la hora de cuadrar los horarios, tras muchos cambios conseguimos cuadrar lo que considerabamos más idóneo para el desarrollo de la semana cultural.
Dimos mucho valor al trabajo grupal ya que creemos que no se trabaja demasiado en las aulas porque muchos maestros creen que es “lioso”. Nosotros creemos todo lo contrario, el trabajo en grupo favorece muchas competencias de los alumnos a la vez que trabajan de un modo menos monótono.
Las actividades se ciñen a buscar información de un autor o de una obra, hacer un resumen, aprenderse de memoria la información dada y “vomitarla” (perdón por la expresión) posteriormente en un examen.
¿Cuántos recordamos la información que nos hemos aprendido de memoria?
Pocos de nosotros, seguramente.
El maestro debe implicarse en la enseñanza de sus alumnos, hacer de esto un aprendizaje significativo mediante el que disfruten y les motive a conocer cada día más.
No podemos permitir que los niños piensen que ir al cole o aprender es un castigo y mucho menos que todo su esfuerzo se basa solo en pasar una prueba.

Por ello debemos hacer partícipes a los alumnos de su propio aprendizaje.
Realizarles preguntas por las que ellos puedan reflexionar sobre los temas tratados y a la vez trabajen contenidos literarios para aumentar sus conocimientos.
Al seleccionar segundo de Primaria tuve que contar con algo  esencialmente importante.
Las actividades no podían desarrollarse durante largos periodos de tiempo ya que los niños se cansarían y se aburrirían. Lo ideal es cambiar la actividad cada cierto tiempo determinado como puede ser 30 minutos.
Otro factor a tener en cuenta es la obra original.
Era necesario que los alumnos observaran la obra original de El Quijote, pero era de esperar que no les sugiriese nada al tener una tipografía pequeña, mucho texto, poco dibujo y con un grosor bastante considerable.
Por lo que opté por enseñarles primero una adaptación más orientada a la edad de los receptores para que, tras observar la portada con color en sus ilustraciones, entendiesen de lo que trataba esta gran obra y sin leerlo pudiesen hacer sus conjeturas sobre el desarrollo del relato y sobre los personajes.

Muchas veces los adultos pecamos en creer que los niños son capaces de reconocer y entender lo que nosotros vemos, esto no es así, debemos orientarlo según sea su desarrollo evolutivo y sobre todo ser conscientes de que no todos los niños son iguales, por lo que debemos tener siempre un plan adecuado para niños que puedan tener necesidades educativas especiales.
No podemos permitir llegar a unos alumnos y a otros no, tenemos que llegar a todos los niños del aula de una forma personal y enriquecedora, por lo que debemos crear actividades orientadas para todos y cada uno de los alumnos de nuestra clase.
Me ha parecido muy positivo trabajar conjuntamente con maestros de otros grupos del cole. Es algo que nos vamos a encontrar en la escuela que trabajemos y que beneficia a toda la comunidad educativa.
Una buena planificación del centro y de los profesores que en él intervienen facilita el desarrollo de las actividades y favorece la consecución de los objetivos de los alumnos.

Las actividades fuera del aula como excursiones, actividades en el patio, etc. son una fuente de motivación para los niños.
Salir de su rutina diaria aumenta la capacidad de observación y por lo tanto de asimilación en la mayoría de casos.
En el caso de realizar una excursión con ellos, esta tiene que estar muy bien estructurada, siendo conscientes de los imprevistos que pudieran surgir y anteponiéndonos a ellos con una hoja de ruta preparada.
Nosotros somos los responsables de las actividades que tengamos programadas en la salida, aunque intervengan factores externos como la programación del museo (en este caso).

La literatura al igual que el resto de asignaturas impartidas en el colegio puede convertirse en una fuente inagotable de inquietud, diversión y por ello satisfacción siempre y cuando nosotros tengamos en cuenta todos los factores necesarios para su correcto desarrollo.

Bloque 4. Lectura literaria y animación lectora.

Todos los bloques de esta asignatura son necesarios e imprescindibles para trabajar la literatura en el aula, pero considero que este bloque cuatro junto con el bloque número uno deben ser la base fundamental del trabajo de la asignatura.
Al igual que anteriormente he hablado de la importancia que tiene seleccionar un libro adecuado a nuestros alumnos, es de vital importancia como trabajemos con él.
De esta parte depende muchísimo el crear un hábito lector y un disfrute personal a través de él.
Como ya mencioné en la entrada de mi blog que se refería a este bloque en las aulas, se trabaja erróneamente la lectura, desde el primer paso que es seleccionar libros adecuados para nuestros alumnos.
Si a esto le sumamos que las actividades (las cuales suelen ser únicamente posteriores a la lectura) son tediosas, aburridas y solo tienen como objetivo hacer recordar a los alumnos hechos o detalles concretos del relato, el fracaso de la animación a la lectura es absoluto.

Como ya expliqué desde mi experiencia personal, en los colegios se trabajaba la lectura obligatoria, sin ser previamente seleccionada bajo unos parámetros correctos y con una actividad de resumen tras la finalización del libro.
Esta consecución de realidades no hace más que alejar al niño de una lectura reflexiva, motivadora y comprensiva.
Cuando me refiero a una lectura comprensiva no quiere decir en voz alta, ni memorizando los detalles de los personajes, sino que me refiero a una lectura silenciosa.
Cuando los niños leen en alto están más pendientes de hacerlo adecuadamente, de no equivocarse, a todo esto a veces se les pide que aumenten su tono de voz, sin contar con las correcciones de pronunciación que los maestros realizan lo que puede avergonzar e incluso frustrar al lector.

Por otro lado no podemos pedir a los alumnos que trabajen un libro en un periodo corto de tiempo sin saber si han asimilado el principio.
Las lecturas deben estar estructuras y divididas en partes para poder realizar actividades previas que anime a la lectura del libro, actividades durante la lectura para compartir aspectos de la comprensión del libro(nunca detalles concretos) y actividades después de la lectura para darle diferentes interpretaciones a lo leído y sacar las propias valoraciones de los alumnos.

Solamente trabajando adecuadamente la lectura animaremos a los más pequeños a vivir la magia a través de las páginas de un libro.

A veces no somos conscientes de los beneficios que la lectura nos aporta. No es un hecho didáctico exclusivamente para mejorar la ortografía, la capacidad lectora, etc.
No se puede negar que favorece la adquisición de la lengua escrita pero, podemos ir mucho más lejos.
La lectura tanto a los niños como a los adultos interfiere en nuestros estados anímicos. ¿Cuántos de nosotros no nos hemos abstraído de una situación negativa a través de un libro?
A través de los libros nos identificamos con personajes, con situaciones, lo que favorece conocer nuestro propio “yo” tanto a adultos como a niños.
Por ello, los adultos, tanto maestros como familiares debemos animar a los niños a vivir una historia a través de las páginas de un libro, de esta forma estaremos animándolos a imaginar y a soñar.

Centrándome un poco más en la temática del bloque he sido consciente de lo mal que se trabajó conmigo la lectura en el colegio, pero me entristece mucho más que treinta años después, no se haya mejorado en este aspecto, seguimos igual.

Irune con este bloque me ha abierto los ojos, me ha enseñado que se puede cambiar, que es necesario y la forma de hacerlo.
Si antes de leer los apuntes del bloque me hubiesen hablado de actividades antes, durante y después de la lectura, quizá no hubiera sabido a que se refería ni como podrían ser.
Una vez leído el bloque me he dado cuenta de lo sencillo que es motivar a nuestros alumnos.

Cuando hablamos de actividades antes de la lectura partimos del hecho que no hemos comenzado a leer.
Por ello debemos crear expectación, ilusión y ganas de “devorar “ la historia que nos espera.
Observar la portada es un acto que nos puede proporcionar mucha información o a través de la cual podemos imaginar de qué tratará el libro.
Imaginarnos como será el autor de la obra seleccionada puede resultar muy divertido para los niños, su imaginación no tiene límites.
Pero ¿y si cambiamos el título viendo la portada o con el título original diseñamos una portada nueva?
Tenemos miles de posibilidades…
Podemos inventar nuevas historias entre todos encadenando ideas, podemos imaginar personajes… ¡ sólo de pensarlo estoy disfrutando!

Comenzamos a leer, ya vamos conociendo más detalles de la historia, decidimos parar, los niños se sorprenden “pero… si el libro no ha acabado aun”, no pero…¿Qué creéis que pasará ahora?, fantástica idea, los niños empiezan a imaginar, a soñar despiertos, la mayoría dirá lo que quieren que ocurra.
¿ y si expresamos lo que va a pasar mediante dibujos? (esto puede encajar dependiendo de la edad de los receptores, aunque creo que hasta 12 años de una manera u otra lo disfrutarán).
El ansia por saber si el desarrollo o desenlace de la historia es tal y como ellos la han imaginado creará una gran expectación.
Tras continuar nuestra lectura silenciosa llegará el final del libro. Ya no quedarán incógnitas que resolver por lo que comenzaremos a sacar conclusiones, a interpretar hechos y a valorar la historia desde nuestro punto de vista.
En este momento los niños sentirán sus propias emociones relacionadas con la lectura y comprobarán que a veces no son las mismas que las de sus compañeros…

Como podemos ver con actividades muy sencillas podemos fomentar la lectura, no llevan mucho tiempo de preparación y se obtienen unos resultados excelentes.
Siempre podremos realizar actividades más elaboradas de tal forma que mediante juegos puedan trabajar  la lectura de forma animada.
Todo esto dependerá del tiempo que dispongamos, lo esencial es saber que la animación de la lectura no es cuestión de tiempo sino de actitud.

Es conveniente también no recomendarles una sola opción de lectura para los libros que  trabajarán en casa.
Si proporcionamos una lista con libros adecuados y son ellos los que eligen el que más les llama la atención, puede surgir una cadena de recomendaciones y de intercambio de libros entre los propios alumnos que resulta muy positivo para la animación a la lectura.

Bloque 5. Creación literaria.

Qué decir de este bloque… ¿recordáis haber trabajado esto en el aula cuando erais estudiantes?
En mi caso no, pero tampoco lo he hecho como maestra durante mis prácticas.

Durante el trascurso de esta asignatura hemos comprobado como de una forma muy sencilla y utilizando escaso tiempo material se pueden hacer actividades maravillosas para los más pequeños.
Si no es necesario mucho tiempo ni numerosos materiales ¿Qué es lo que falla en la enseñanza?
Este es un tema bastante escabroso y quizá subjetivo, aunque la realidad es la que es…
En primer lugar podemos quejarnos de que las instituciones no proporcionan el material necesario, podemos decir que no tenemos tiempo que perder porque la programación de los temarios es muy estricta, etc.

No hay excusa, hemos visto actividades que no necesitan una gran preparación, ni un tiempo considerable por lo que solo me queda pensar que es cuestión o de actitud o de formación.
Me niego a pensar que existen profesores que no les importan los alumnos. Considero Magisterio una carrera tan bonita que me cuesta pensar que se pueda hacer por comodidad personal o que lo que ocurre es que los profesores se han desilusionado de su trabajo.
¿Qué ocurre si un médico no se preocupa de sus pacientes? Pueden que estos dejen de vivir, lo mismo ocurre con la enseñanza.
Los maestros tenemos un papel fundamental en la vida de los niños, algo que les marcará, que recordarán con mayor o menor alegría pero sobre todo tenemos en nuestra mano mostrarles como vivir, disfrutar y aprender de una manera autónoma, creativa y positiva.

Salió la palabra que parece que da miedo, ¡la creatividad!

Una de las maneras tradicionales en la que se suele trabajar la literatura en los colegios es a través de redacciones.
Una redacción no es una actividad creativa.
Cuando yo era niña, mi expresión escrita era buena pero como bien relato en la entrada de mi blog referente a este tema, pocas eran las veces que tenía las redacciones completamente correctas.
Esta situación me frustraba, no entendía que había hecho mal y mucho menos que tenía que hacer para mejorarlo.
Y ya si hablamos de originalidad…
“Hacer una redacción de lo que habéis hecho en vacaciones”
Uy que bien me lo pasaba contando las aventuras que había vivido y como me lo había pasado todo el día jugando.
Lo entregaba a mi maestra al llegar a clase, muy orgullosa de mi trabajo.
Días después me devolvían el trabajo con correcciones o me decían que no era original…¿original, que es para un maestro la originalidad si no me enseñan como enfocarla?
¿qué tal si en vez de correcciones negativas hacemos aportaciones positivas de aprendizaje?
La creatividad considero que, no es absoluta. Es algo bastante subjetivo que puede variar según la persona que lo mire.
La forma de trabajar de manera correcta en el aula es realizando aportaciones para mejorar ya sea un texto, un dibujo o cualquier otra actividad, sin quitarle valor a lo realizado por el alumno, construyendo con ellos en vez de destruyéndolos.
Si además en esta aportación de ideas, sus compañeros son partícipes,  seguramente el alumno salga mucho más reforzado de la experiencia y aumente la competencia saber - hacer de una manera muy positiva.

En mi papel como maestra durante este bloque he trabajado tres tipos de creación:
- Creación en prosa
- Creación en verso
- Creación dramática

Irune nos ha proporcionado una información completísima sobre las estrategias que se pueden seguir para trabajarlas.
Por citar algunas en verso que conocía antes de comenzar este bloque me referiré a los trabalenguas, a las adivinanzas, pareados…
Otras muchas ni siquiera había oído hablar de ellas, pero sin duda las pondré en práctica con mis alumnos cuando ejerza como maestra.
Este tipo de creación es la que más me ha costado desarrollar en la actividad de este bloque, pero también me ha parecido muy divertida.
He aprendido que porque estemos hablando de versos, no siempre tienen que rimar, algo que personalmente a veces confundía.
Respecto a la creación en prosa, más habitual para mí como alumna, la he desarrollado con mayor facilidad, pero no de una forma extremamente ordenada.
Seleccioné unos personajes, centré una idea para la historia y comencé a desarrollarla.
Al bloquearme con la creación en prosa, decidí leerme los apuntes (algo que debería haber hecho desde el primer momento) y comencé a ver todo con mayor nitidez.
Necesitaba realizar un esquema fundamental en el que:
- anotase las ideas que se me fueran ocurriendo
- posteriormente era necesario ordenarlas para facilitar una primera toma de contacto
- realizar un borrador, haciendo las modificaciones que fuesen necesarias
- una vez que lo tenía solo quedaba revisar ortografía y signos de puntuación
- el paso final sería pasarlo a limpio.

De esta forma, mucho más estructurada, la creación surge de manera más sencilla, sin mezclar pasos de los cuales a veces no sabemos salir.

Seleccioné el binomio fantástico, me pareció curioso y muy original, ¡a ver que salía de ahí!
Coincidiendo con las vacaciones de Navidad, mis dos primos pequeños estaban en Madrid, así que, quien mejor que ellos para sugerirme dos palabras que no tuviesen que ver y con las que yo posteriormente redactaría una historia…
Mi primo de 6 años me sugirió la palabra “paraguas” y mi prima de 9 años sin oír a su hermano me sugirió la palabra “chocolate”.
Paraguas y chocolate son las dos palabras con las que haría mi binomio fantástico.
Me gustó mucho realizar esta creación.

La creación dramática me trajo algún quebradero de cabeza más al leer la guía de trabajo.
No entendía bien si tenía que realizar una obra de teatro o si servía un cuento que incluyese diálogo, ahora que ya está corregido por Irune he entendido mi error, el cual espero haber modificado adecuadamente.
Eso si, esta vez aprendí de mi error anterior y antes de gastar tiempo dándole vueltas, cogí los apuntes y estructuré las ideas clave.

Ninguna de estas tres creaciones se trabajan generalmente en los colegios.
Los maestros suelen proporcionar las creaciones ya hechas o como he mencionado antes se refieren como creaciones al hecho de realizar redacciones inventadas.
Con cualquiera de ellas se trabaja la creatividad a la vez que conocen nuevos aspectos de la literatura española, además, gracias a la información que nos ha proporcionado Irune conocemos diferentes formas de llevarlas a cabo para poder innovar en cada clase.

No me quiero olvidar de pasar una de las creaciones a formato libro, una manera sencilla en la que no es necesario emplear mucho tiempo para así poder realizar más creaciones en este formato a lo largo del año y con lo que los niños disfrutarán durante la elaboración y se sentirán orgullosos de su trabajo al finalizarlo.
Una vez realizado el mío fui consciente de lo factible que es innovar en la enseñanza y que pocas veces se hace.


Por último me gustaría compartir algunas páginas que me parecen muy útiles en la enseñanza de la literatura.
El buscar una bibliografía con fuentes fiables a veces es un poco complicado con la gran oferta de “información” que nos da internet, aun así he intentado centrarme en artículos académicos y blogs de mis compañeros, de compañeros de otros cursos y de personas externas a La Salle.

Hay uno que me parece destacable que es


Pertenece a una antigua estudiante de La Salle que trasmite a través de su blog una visión ilusionadora por la docencia y un amor incondicional hacía la literatura.
Os recomiendo que no dejéis de visitarlo.


Esta página ofrece numerosos recursos educativos para aprender y enseñar mejor, puedes darte de alta como docente, como estudiante o familiar. Encontramos juegos, fichas y actividades originales para que los niños se diviertan aprendiendo. Muy interesante.


Esta es la página web de la librería a la que dediqué una entrada y que os he hablado en este artículo también. ¡No dejéis de visitarla!


Y por ultimo no podia dejar de nombrar el blog de Irune, aunque lleva tiempo sin escribir en el (sabemos que está muy liada) , recoge una gran de cantidad de información de gran utilidad, numerosos blogs interesantes (los cuales les dedico tiempo en el metro cuando voy a trabajar) e información sobre alguna actividad.

¡¡Nos vemos en el siguiente cuatrimestre!!

Bibliografía y webgrafía




- Apuntes de Literatura de Irune Labajo.







3 comentarios:

  1. Un artículo excelente, Paola. Me han encantado todas y cada una de tus reflexiones.
    A partir del día 20 volveré a pasar por tu blog para revisar las últimas modificaciones, pero ya puedes mandarme tu autoevaluación.

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  2. Gracias Irune
    Ya te he mandado la autoevaluación :)

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  3. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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